todos estamos nerviosos,
estos dos últimos días
se nos ha pasado muy pronto.
Tenemos ganas de que suene
el timbre, ahora silencioso.
Y es que éste día
ya no se hace tan corto.
De pronto suena el timbre
y nos vamos con alegría.
Cada uno con su expediente,
a entregarlo a la familia.
En el hogar nos felicitan
nuestros padres satisfechos.
Han visto nuestras notas,
les gusta lo que traemos.
Comienzan las vacaciones,
tenemos que adornar el árbol.
Junto a él encontraremos
nuestros preciados regalos.
Finalmente, llega el día,
veinticinco de diciembre.
El día en que Jesús nace,
que celebraremos por siempre.
De diciembre, día treinta y uno
vamos a tomar las uvas.
Mientras contamos las campanadas,
hasta doce, desde una.
Con alegría, y con pena,
en enero regresamos.
Con pena porque termina,
con la alegría que nos ha dado.
Carmen Rodríguez García
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