Hoy tengo de ganas de escribir, no sé si mucho rato o solo unos minutos,
pero por una vez que estoy inspirada. He decidido coger un bolígrafo y un papel
y perderme en el. Hace mucho que no escribía, ya no por vagancia sino que no
tenía tiempo de ello, además de que no había nada de lo que me interesase
hablar; pero estos últimos meses me he dado cuenta que he perdido días por no
escribir, por no plasmar como me sentía en ese momento, por no agradecer a mis
amigos por todas esos días de verano que pase a su lado, por todas esas tarde
que no me encontraba a mi misma y ellos me ayudaron a entender que no pasa nada
si en algún momento del día, de la semana, del mes o del año no soy capaz de
reconocerme. ¿Qué a que me refiero?, me refiero a esos momentos del día
que tienes un día ‘plof’, ya no sabes porque puede ser si por los estudios,
exámenes, enfados, malas amistades…Pero tú sabes que estás triste que no es tu
día y que hoy por mucho que lo intentes no te salen las cosas bien, últimamente
me pasa muy frecuentemente pero una de mis amigas me enseño que no pasa nada
por sentirse así que ella era la primera en sentirse así muchos días y al fin y
al cabo todo se soluciona; a veces solo necesitas desconectar, escuchar música
y tirarte en la cama. Esa es la mejor manera de desconectar del mundo de no
pensar en tus problemas, de no agobiarte con todo lo que debes estudiar, de que
te enfadaste con tu mejor amiga y ahora no os dirigís la palabra. Mi nuevo lema
es el siguiente: por muchos problemas que tengas no te comas la cabeza, lo
mejor que puedes hacer es seguir hacia delante y al final todo se acabara
resolviendo.
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