A pesar de la
extinción, ni la salvación de lo improbable me hará olvidar
a todos los que
pretendíais hacernos infelices a vuestra manera.
A modo de último
intento de un suicida que le falta lo más importante a lograr en su vida.
Algo que mucha gente
ni ha conseguido,
ni conseguirá jamás.
Algo que le diferencia
abismalmente de aquellos que le persiguen.
Mientras no ceso de
convencerle de que llegará el día.
Mucho antes de lo que
cree
aunque menos de lo que
espera,
pasará de ser
diferente para convertirse en referente.
Aunque nunca llegara a
creerme,
y a pesar de que algo
de el se fue aquella noche,
nos sentamos ahí y
hablamos de cómo sería una distopía juntos.
Para más tarde morir
en el exilio de los restos de dos almas que experimentan que al final,
si es que hay un
final,
no todo era tan malo.
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