¿Que hacer cuando te has ido? En ocasiones siento que en cualquier momento
voy a explotar, que, si alguien me toca o siquiera te nombra, mis ojos no van a
poder contener la tristeza y mi garganta no va a poder gritar en silencio.
Supongo que es fácil hablar de superarlo, pero como hacerlo si te recuerdo y mi
cerebro con mi corazón forman el nudo tan famoso en mi garganta. Me esfuerzo,
en serio que estoy intentándolo, remediar todo lo que hice mal y curar lo que
se quiere abrir a la mínima rozadura. No estás aquí, pero aunque no lo estés
sigues estando. Puedo fallarme y decepcionarme, pero no puedo fallarnos a los
dos, te prometí que me cuidaría y en serio que lo intento. A veces todo es
demasiado y supongo que necesito gritar, para que el vacío contenido en el
propio vacío deje salir el aire acumulado. ¿Que hacer si tu voz ya no está? En
ocasiones sentirme pérdida no es nada en comparación a lo que te echo de menos,
te tatuaste en mi piel sin hacerlo y aunque hubiéramos acabado sin discutir, ni
en mil años podría haberme despedido de ti de alguna forma. Por y para siempre.
Mónica Alvarez-Barberó
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