¿Por qué?
¿Por qué ÉL sí y yo no?
Porque las cosas son así...
¿Por qué?
¿Por qué tengo que consentirlo?
Claro, porque ÉL tiene razón.
¿Por qué?
¿Por qué tengo que fingir?
Porque ÉL marca las normas.
¿Por qué?
¿Por qué no puedo expresar lo que siento?
Porque ÉL lo expresa por mí.
¿Por qué?
¿Por qué me siento tan sola?
¡¿Qué digo?! Si ÉL está conmigo
¿Por qué?
¿Por qué a veces le sirvo y otras no?
¿Qué es lo que hago mal?
¡Qué tonta!
Si ÉL me quiere, lo hace por mi.
Enrique González Reguero
No hay comentarios:
Publicar un comentario