domingo, 4 de diciembre de 2011


He pasado incontables días e innúmeras noches soñando con el más mínimo roce de tu piel, con el mero hecho de sentir tu presencia, de percibir tu olor y respirar el mismo aire, ese aire que hoy respiro a tu lado en esta habitación y me reconforta. Y me pierdo en mí misma. Pienso y veo el largo camino que ya he recorrido, sin soltar ni un solo segundo tu mano. Sabíamos que era difícil. Pero no hay nada imposible. Y si no que me lo digan a mí, ahora mientras mi cabeza se aposenta sobre tu pecho y tus brazos me rodean demostrándome que todo esto es real. No, no es un simple sueño. Ahora es realidad. Puedo acariciar esa piel canela que tanto ansiaba, puedo respirar ese aire comprimido entre nuestros cuerpos, puedo tener tu presencia a apenas unos milímetros de mi. Creed en vuestros sueños. Los sueños se vuelven realidad. Y si no que me lo digan a mí, ahora mientras comparto esta habitación junto con el mayor sueño que jamás he soñado y que ahora se ha vuelto realidad.

Desiree Monteiro

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