domingo, 4 de diciembre de 2011

Pequeñas bondades con grandes consecuencias

De repente una gran alarma sonó desde el Big Ben. Todo el mundo corría de un lado a otro sin mirar si eran niños... Empujaban, daban codazos... Esa alarma significaba que la aviación alemana venia con bombas y todo el mundo quería esconderse en sus bunkers, al metro... Donde pudieran. George y Ciara no sabían que hacer, estaban solos; sus padres habían muerto dos semanas antes en una alarma igual y no tenían donde esconderse. Se pusieron a correr hacia los túneles del metro, que al estar en el subsuelo, las bombas no les afectarían y allí, mucha gente les protegería, pero un gran hombre, de 1.90 más o menos, les cogió por los cuellos de la camisa y se los llevo en volandas, a la contra de la muchedumbre.
-¿Pero qué haces animal? ¡Nos vas a matar!
-No os voy a matar, os voy a salvar.
Se los llevó a una gran casa gris, que parecía que se iba a caer, pero justo a la entrada, había la escotilla para un bunker. Se metieron dentro y allí había un señor que les llamo por sus nombres.
-¿Cómo sabe mi nombre y el de mi hermana?
-Muy fácil, aunque es una larga historia...
-Señor -Dijo Ciara con voz angelical- ¿Cómo se llama?
-¿Por qué lo quieres saber?
-Es que me suena su cara... No es usted vecino...
-¡Premio! Soy vuestro vecino, vivía en el piso de enfrente. Vi como vuestros padres morían y decidí que os iba ayudar. Y por mi nombre, yo soy Jork, y mi amigo, el gigante, Lewis. Si queréis, en la parte de atrás, hay mas niños jugando
-¿Niños?- Exclamaran los dos chicos a la vez
-Si, ayudamos a todos los niños huérfanos por esta nauseabunda guerra. Antes de que Lewis terminara la frase Ciara y George se fueron a la parte de atrás. Con ellos serian sobre unos 8 niños. Pero hubo una niña que llamó la atencion de Ciara, estaba en una esquina, mirando a la nada. Se acercó a ella y le dijo:
-Hola
-Hola
-¿Cómo te llamas?-Pregunto Ciara
-Ellen
-Me gusta tu nombre, estás temblando, ¿qué te pasa?
-Mis padres murieron esta mañana por una bomba nazi – Dijo Ellen entre sollozos – No sé que hacer, no tengo familia,amigos, nada.
A Ellen, que rea sólo una niña dedoce años, ese brutal trauma la había hecho madurar en cuestión de horas. Ciara, que era mucho más pequeña se compadeció de ella y le dijo:
-No estás sola, tienes a Jork que te recogió y ahora me tienes a mi y a Emm.
Ellen sonrió, con una amplia y bonita sonrisa. Emm era un conejito blanco que Ciara tenía desde que era muy pequeñita.
-Muchas gracias... mmm
-Ciara, me llamo Ciara-
George, en cambio, en vez de hablar con los pocos chicos que había cogido un pequeño coche de madera y se puso a jugar con él. De repente el bunker tembló. Todos los chicos se asustaron, Jork y Lewis entraron y les dieron las ordenes para no salir heridos. Jork explico:
-Este gran temblor significa que la bomba a caído cerca, pero tranquilos el bunker es resistente.
Todos los niños estaban asustados, pero entre Ciara, George y Ellen, los calmaron.
Después de un tiempo, todo volvió a la calma, pero después de esta bomba nada sería igual. Ellen, Ciara y George se hicieron grandes amigos y superaron la Segunda Guerra Mundial, gracias a esa bondad que tuvo, Jork, al protegerlos en el bunker.

Airen Debbert

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