sábado, 30 de octubre de 2010

El mundo...



El mundo, hogar de la naturaleza
y de otros lugares sucios y polvorientos,
que rompen la pureza
de los grandes bosques escarpados,
cayendo al paso de los que se creen superiores
acabando así con bonitos parajes,
antes, ocupados por animales,
ahora, varios cerrados entre metales.
Acaso no sabemos el daño
que provocamos a los seres inocentes
que vagan libres por los bosques
sin esperarse un destino de tal tamaño.
En este planeta, en el que el aire no es aire,
en el que el agua no es agua
¿No debemos comprometernos a limpiar lo que ensuciamos?


Jorge Francisco Fanjul

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