Aprendí a sonreír...
Escucharé en la radio esa canción que me
recuerde a ti, y sonreiré, aunque el alma este hecho pedazos, porque sí, es
verdad, te echo de menos...
Hace mucho que no te veo, que no te
siento, te veo lejos, como una estrella en el cielo que sé que nunca llegaré a
alcanzar.
Tu siempre sonreías por cualquier
estupidez que se me ocurría decir, y tenías una sonrisa preciosa, y lo único
que podía hacer yo era sonreír a tu vez.
Me enseñaste a quererme más y no darme
por vencida, me enseñaste a ver las cosas de otra manera, a pensar en los
imposibles y hacerlos realidad. Me enseñaste a valorarme y a creer más en mí,
pero sobretodo, me enseñaste a primero sonreír y luego encontrar el motivo,
porque cualquier motivo vale si se trata de ser feliz.
Me diste la mano cuando la necesitaba, ya ahora
te la doy yo, y te prometo que nunca, y ahora sí que lo puedo afirmar, NUNCA la
soltaré.
Leyre Ojer
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