domingo, 26 de junio de 2016

SE TU MISMO, NADA MÁS QUE ESO

Ya hay suficientes almas errantes y perdidas por el mundo. Ya hay suficientes encrucijadas y enigmas, puzles y medidas. Ya hay miles de personas iguales copiadas como réplicas. Ya hay ídolos y fans, comprados y vendidos, imitadores, mimos y cómicos. Ya hay arrastrados tacaños, avaros perniciosos y silenciosos sin rumbo ni destino. Ya hay hogares destruidos, náufragos sin tesoros. Famosos destronados en el crudo invierno sobre sus cabezas. Ya hay médicos, bomberos, abogados y defensores del mal. Ya hay reyes que gobiernan y políticos que roban. Ya existen las palabras, los nombres y los números que condicionan. Las posibilidades limitadas y los premios ganados.  Ya existen las canciones, los himnos y las composiciones. Ya existe todo en este mundo. Pero, ¿y qué? Hay algo que aún no existe: tú. Eres único. Asi que:
Rompe las barreras de las tierras y conquista más allá de las fronteras. Completa frases sin punto e historias sin final. Rellena sacos de ilusión y compra tarros de emoción. Sé tú. Sé tu propio Dios y crea tu cielo eterno. Sé Hades y haz de tu vida y el mundo un inframundo. Poseidón y hunde vidas. Aquiles y destruye Héctores. Sé eros y enamora, seduce y resulta sensual. Sé el amanecer y despierta ilusión. Sé Neruda y uno de sus veinte poemas desesperados.  Sé Beethoven y compón tu propia sinfonía. Sé marea e impredecible. Sé volcán y explota sin cesar, si quieres. Terremoto y mueve el mundo. Sé príncipe o princesa de tu propia vida, sin depender nunca de alguien. Sé Creador de tu historia, escritor de tu comedia o melodrama, a tu antojo. Sé Borges y aprende todo lo que esta vida te brinda. Loco y disfruta de la felicidad del halo de insensibilidad. Cuerdo y busca cuerdas. Perdición y mata ilusión. Estrella fugaz y concede mil y un deseos. Aladin y halla tu genio. Sé sol e ilumina vidas, o en su caso, nube y ensombrece realidades aún más. Sé lluvia y limpia errores. Sé alcohol y adecenta dolores y desamores.  Sé coma donde antes era un punto y final. Sé paréntesis en medio de un problema sin solución. Sé suma y adicción de experiencias. Sé Robinson Crusoe y busca tu isla de refugio. “Isla para náufragos”. Sé Benedetti y encandila con sus palabras. Sé Luis Cernuda y vive allá donde habite el olvido. Sé Kurt Cobain y deja marca en toda una generación. Canción de rock y rompe todas las normas. Himnos de libertad y pervive en todos los rincones. Sé cometa y álzate sobre todos los demás. Sé villano y destruye intenciones. Sé héroe y convive con el bien. Sé un niño amante de los juguetes y el juego. Sé croupier y goza con el placer de la suerte y el azar. Sé ganador y obtén recompensas sin  parar. Sé ermitaño y vive en los suburbios. Millonario y conviértete en tu propio monumento o mansión. Sé una talla XXXL ansiosa de llenarla con más. Sé un gigante y aplasta complejos. Alma y brilla para siempre en el cielo con las estrellas. Cantante y seduce voces. Sé escritor y cautiva y enamora almas, mentes y corazones. Sé defecto y no seas perfecto. Sé error y solución. Enfermedad y sanación, porque no existe salud sin dolor anterior. Sé gaviota y disfruta de las vistas. Sé mentiroso y roba sueños. Ladrón y rehuye promesas. Policía y castiga a malhechores. Padre o madre y crea una nueva vida. Lobo, y aúlla por amor a la luna llena. Bolígrafo y escribe, pintarrajea, dibuja cuanto imagines. Artista y crea pasiones, aduéñate de amores y bendiciones. Flor y adorna las tumbas de los muertos por honor. Honor y enaltece a los perdidos. Sé droga y seda a los ansiosos de adrenalina. Calor y derrite errores y caídas. Coche y viaje, dejándote guiar por el instinto de aventura. Filósofo y reflexiona sobre esta acendrada y a la vez luctuosa existencia. Ángel y Gabriel, Lucifer y Satán. Un millón o cero. Sé Tolkien e imagina elfos, y mundos fantásticos y maravillosos. Sé actor y reinventa tu vida en cada función. Sé director, tanto tuyo como de los demás. Sé autónomo o mimado. Sé abismo inconquistable, jamás explorado. Sé esa cima que nadie alcanza por ser demasiado costosa. Sé investigador e investígate a ti mismo. Sé Oscar Wilde, y sé su famosa frase: “sé tú mismo, los demás puestos ya están ocupados”. Sé Dostoievski y crea contradicciones. Sé el mimo de tu espejo, irónico, ¿verdad? Sé ese incómodo silencio que mata corazones, o ese amor eterno que revitaliza ilusiones. Sé esa serendipia en el camino de los que ya están extasiados y perdidos. Sé crítica y vitupera a tu antojo. O halago y adula sin descanso. Sé una situación tan inefable como peregrina, tan imposible como irreal, tan única, tan tú… Sé esa absurda creencia que algunos aún defienden. O sé, el insensato que aún existe capaz de seguir adelante. Sé ese problema sin solución, capaz de dar quebraderos de cabeza. Sé un libro de matemáticas y agóbiate con las decenas de problemas que tienes. Sé esa mariposa que nace de un capullo. O ese oso que hiberna más de lo previsto. Sé descuidado y olvida hasta nombres de personas. Enamoradizo y pásmate ante la belleza de la vida. Regalo y ama sorpresas y caras de expectación. Esclavo de costumbres, un tradicionalista sin remedio o un progresista sin freno. Sé enchufe y conecta vidas. Sé celestina y une amores impredecibles y abocados al fracaso. Sé John Lennon y sé feliz e idealista. Sé perfume y ambienta vidas. Constructor y derruye, reconstruye, derruye y vuelve a construir obras de ingeniería famosas. Sé Da Vinci y pinta tu propia dama. Sé Dalí y crea un mundo un poco más impresionista. Sé el mando a distancia y alterna programaciones. Sé las esposas de un criminal. Sé la libertad de los que aún desean soñar. O sé ese libro que todos anhelan escribir. Sé la primavera, o el invierno. El norte o el sur, la lejanía o la certeza. Sé perdón o aflicción. Sé tu sombra en mitad de una noche oscura. Sé la noche hostil y nada premiadora.  Sé el corazón que aún late inspirado por la esperanza. Sé eso, eso que nadie sabe lo que es, pero que enamora igualmente. Eso que llama y seduce, eso que tú quieres.
 Sé todas estas cosas que he dicho y las que no he nombrado aún. O no seas nada de ello. Sé algo nuevo y novedoso. Algo impredecible. Sé. Pero, sobre todo, sé tú.

Sé tu mismo, nada más que eso…

Patricia F.

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