Ya hay suficientes almas errantes y perdidas por el
mundo. Ya hay suficientes encrucijadas y enigmas, puzles y medidas. Ya hay
miles de personas iguales copiadas como réplicas. Ya hay ídolos y fans,
comprados y vendidos, imitadores, mimos y cómicos. Ya hay arrastrados tacaños,
avaros perniciosos y silenciosos sin rumbo ni destino. Ya hay hogares
destruidos, náufragos sin tesoros. Famosos destronados en el crudo invierno
sobre sus cabezas. Ya hay médicos, bomberos, abogados y defensores del mal. Ya
hay reyes que gobiernan y políticos que roban. Ya existen las palabras, los
nombres y los números que condicionan. Las posibilidades limitadas y los
premios ganados. Ya existen las canciones,
los himnos y las composiciones. Ya existe todo en este mundo. Pero, ¿y qué? Hay
algo que aún no existe: tú. Eres único. Asi que:
Rompe las barreras de las tierras y conquista más
allá de las fronteras. Completa frases sin punto e historias sin final. Rellena
sacos de ilusión y compra tarros de emoción. Sé tú. Sé tu propio Dios y crea tu
cielo eterno. Sé Hades y haz de tu vida y el mundo un inframundo. Poseidón y
hunde vidas. Aquiles y destruye Héctores. Sé eros y enamora, seduce y resulta sensual. Sé el amanecer y
despierta ilusión. Sé Neruda y uno de sus veinte poemas desesperados. Sé Beethoven y compón tu propia sinfonía. Sé
marea e impredecible. Sé volcán y explota sin cesar, si quieres. Terremoto y
mueve el mundo. Sé príncipe o princesa de tu propia vida, sin depender nunca de
alguien. Sé Creador de tu historia, escritor de tu comedia o melodrama, a tu
antojo. Sé Borges y aprende todo lo que esta vida te brinda. Loco y disfruta de
la felicidad del halo de insensibilidad. Cuerdo y busca cuerdas. Perdición y
mata ilusión. Estrella fugaz y concede mil y un deseos. Aladin y halla tu
genio. Sé sol e ilumina vidas, o en su caso, nube y ensombrece realidades aún
más. Sé lluvia y limpia errores. Sé alcohol y adecenta dolores y
desamores. Sé coma donde antes era un
punto y final. Sé paréntesis en medio de un problema sin solución. Sé suma y adicción
de experiencias. Sé Robinson Crusoe y busca tu isla de refugio. “Isla para
náufragos”. Sé Benedetti y encandila con sus palabras. Sé Luis Cernuda y vive
allá donde habite el olvido. Sé Kurt Cobain y deja marca en toda una
generación. Canción de rock y rompe todas las normas. Himnos de libertad y
pervive en todos los rincones. Sé cometa y álzate sobre todos los demás. Sé
villano y destruye intenciones. Sé héroe y convive con el bien. Sé un niño
amante de los juguetes y el juego. Sé croupier y goza con el placer de la
suerte y el azar. Sé ganador y obtén recompensas sin parar. Sé ermitaño y vive en los suburbios.
Millonario y conviértete en tu propio monumento o mansión. Sé una talla XXXL
ansiosa de llenarla con más. Sé un gigante y aplasta complejos. Alma y brilla
para siempre en el cielo con las estrellas. Cantante y seduce voces. Sé
escritor y cautiva y enamora almas, mentes y corazones. Sé defecto y no seas
perfecto. Sé error y solución. Enfermedad y sanación, porque no existe salud
sin dolor anterior. Sé gaviota y disfruta de las vistas. Sé mentiroso y roba
sueños. Ladrón y rehuye promesas. Policía y castiga a malhechores. Padre o
madre y crea una nueva vida. Lobo, y aúlla por amor a la luna llena. Bolígrafo
y escribe, pintarrajea, dibuja cuanto imagines. Artista y crea pasiones,
aduéñate de amores y bendiciones. Flor y adorna las tumbas de los muertos por
honor. Honor y enaltece a los perdidos. Sé droga y seda a los ansiosos de
adrenalina. Calor y derrite errores y caídas. Coche y viaje, dejándote guiar
por el instinto de aventura. Filósofo y reflexiona sobre esta acendrada y a la
vez luctuosa existencia. Ángel y Gabriel, Lucifer y Satán. Un millón o cero. Sé
Tolkien e imagina elfos, y mundos fantásticos y maravillosos. Sé actor y
reinventa tu vida en cada función. Sé director, tanto tuyo como de los demás.
Sé autónomo o mimado. Sé abismo inconquistable, jamás explorado. Sé esa cima
que nadie alcanza por ser demasiado costosa. Sé investigador e investígate a ti
mismo. Sé Oscar Wilde, y sé su famosa frase: “sé tú mismo, los demás puestos ya
están ocupados”. Sé Dostoievski y crea contradicciones. Sé el mimo de tu
espejo, irónico, ¿verdad? Sé ese incómodo silencio que mata corazones, o ese
amor eterno que revitaliza ilusiones. Sé esa serendipia en el camino de los que
ya están extasiados y perdidos. Sé crítica y vitupera a tu antojo. O halago y
adula sin descanso. Sé una situación tan inefable como peregrina, tan imposible
como irreal, tan única, tan tú… Sé esa absurda creencia que algunos aún
defienden. O sé, el insensato que aún existe capaz de seguir adelante. Sé ese
problema sin solución, capaz de dar quebraderos de cabeza. Sé un libro de
matemáticas y agóbiate con las decenas de problemas que tienes. Sé esa mariposa
que nace de un capullo. O ese oso que hiberna más de lo previsto. Sé descuidado
y olvida hasta nombres de personas. Enamoradizo y pásmate ante la belleza de la
vida. Regalo y ama sorpresas y caras de expectación. Esclavo de costumbres, un
tradicionalista sin remedio o un progresista sin freno. Sé enchufe y conecta
vidas. Sé celestina y une amores impredecibles y abocados al fracaso. Sé John
Lennon y sé feliz e idealista. Sé perfume y ambienta vidas. Constructor y
derruye, reconstruye, derruye y vuelve a construir obras de ingeniería famosas.
Sé Da Vinci y pinta tu propia dama. Sé Dalí y crea un mundo un poco más
impresionista. Sé el mando a distancia y alterna programaciones. Sé las esposas
de un criminal. Sé la libertad de los que aún desean soñar. O sé ese libro que
todos anhelan escribir. Sé la primavera, o el invierno. El norte o el sur, la
lejanía o la certeza. Sé perdón o aflicción. Sé tu sombra en mitad de una noche
oscura. Sé la noche hostil y nada premiadora.
Sé el corazón que aún late inspirado por la esperanza. Sé eso, eso que
nadie sabe lo que es, pero que enamora igualmente. Eso que llama y seduce, eso
que tú quieres.
Sé todas
estas cosas que he dicho y las que no he nombrado aún. O no seas nada de ello.
Sé algo nuevo y novedoso. Algo impredecible. Sé. Pero, sobre todo, sé tú.
Sé tu mismo, nada más que eso…
Patricia F.
No hay comentarios:
Publicar un comentario