viernes, 24 de abril de 2020

DESPUÉS DE UNA LARGA ESPERA

Estuve 9 meses fuera del deporte que tanto me gustaba, me habían quitado una parte de mi, todo por una mal caída, todo empezó ahí un día entrenando, un resbalón y un sonido que al principio no presté atención pero que al final fue algo muy grave.  Cuando me dieron los resultados de la prueba se me fue el mundo abajo, todo se volvió negro porque encima yo me encontraba perfectamente pero las pruebas decían lo contrario, tenía que operarme, fui al médico con ganas de quitar todo del medio, pero me dijeron que primero tenía que hacer unas cosas antes para operarme, la espera se alargaba un poco mas y tenía el autoestima por el suelo y nada me alegraba, solo gente que estuvo a mi lado en todo momento fueron capaces de alegrarme un poco los días, pasaron 3 meses hasta que me pudieron operar, estaba nerviosa además era mi cumpleaños y eso hizo estuviera como si me fuera a subir por las paredes, todo fue rápido, los médicos eran  amables y hicieron todo lo posible porque estuviera cómoda, al día siguiente mi equipo vino a visitarme y juro que ese día no pienso olvidarlo nunca en la vida porque son lo mejor que me ha pasado, eso si que lo tengo claro. Después de la operación parecía que iba todo cuesta abajo pero no todo fue tan fácil como lo pintaban, a la gente de mi alrededor se le pasaba el tiempo volando, pero a mí un mes se me hacía más eterno que un año entero, era horrible ver cómo pasaba el tiempo tan despacio cuando lo único que quería es que fuese veloz. Pasarían 3 meses de la operación y me encontraba genial estaba como nueva pero el médico casi no me dejaba hacer nada, porque claro son 6 meses de rehabilitación y había que hacer caso siempre al tiempo de espera. No podía parar quieta necesitaba por lo menos correr, pero hasta dentro de un mes no me dejaban por lo que otro mes esperando a ir al médico, cuando ya empezaba a correr me sentía más libre por fin podía hacer una de las cosas que llevaba tanto tiempo sin hacer, me sentía como un pájaro la primera vez que vuela. Paso otro mes y ya eran 5 podía hacer muchas cosas pero nada de deporte de contacto y eso significa que no podía entrenar, pensaba que como estaba tan bien el médico me adelantaría un mes pero no, así no fue, iba ilusionadísima al médico y me pegue una ostia que ni la vi, me dio el bajón y me pase dos días llorando estaba fatal, llevaba demasiado tiempo sufriendo con esta porquería de lesión y necesitaba  entrenar poco a poco , tuve que esperar un mes más, este fue el más largo de todos ya que estaba ansiosa por volver a ser lo que era, después de la “larga” espera el médico me dio el visto bueno pero hubo otro choque mi entrenador decidió esperar dos semanas más antes de que empezase. Esta vez pensaba que me iba a dar un infarto, necesitaba entrenar de una maldita vez pero no me dejaban , espere esas dos semanas y llegó el día un 3 de diciembre del 2019, después de esos 9 meses después de tanta espera, tanto esfuerzo, hacer más cosas de las que me mandaban para reforzar, todo ese esfuerzo valió la pena, tarde mucho tiempo en volver a ser yo, en conseguir la agilidad que tenía, el físico, la habilidad de poder moverme como antes, de perder el miedo, sigo teniendo el miedo cuando caigo mal en un partido pero veo que estoy bien y me levanto, ese año fue difícil volver a adaptarme a todo pero al final lo conseguí, al final del año conseguí llegar a mis metas y a tener la poquita confianza que tengo en mi misma, y este curso de mi vida ha pasado. Me ha enseñado miles de cosas, como que nunca hay que rendirse además me ha dado amigas muy especiales que habían pasado por lo mismo que yo, en ese momento que entre las 3 nos pudimos ayudar y que sólo nosotras entendíamos que era volver a coger un balón o volver a tu deporte favorito después de tanto tiempo. Al final no fue todo tan malo...

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