Porque dejamos de amar locamente a medida que el tiempo pasa, porque todo
el mundo habla de sus amores juveniles en los que se hacían locuras por la otra
persona y simplemente vivían el momento como si fuese la última vez que se
fuesen a ver.
Porque todo se vuelve monótono, sin sentido, los te quiero rutinarios y sin
sentimiento, los besos sin pasión...
A dónde va todo ese amor, esas ganas locas de vivir el
momento y comerte a besos a esa persona, esas despedidas en las que a los dos
minutos ya sientes la necesidad de volver a verle, o esos reencuentros en los
en los que tu corazón va latiendo más y más rápido, esas mariposas en el
estómago, o esa sonrisilla tonta que por más que quieras no puedes borrar de tu
rostro, porque simplemente eres feliz. Esas miradas en las que no hace falta
decir ni una sola palabra para saber que estas deseando comértelo a besos y
disfrutar por completo de él... Ojalá nunca dejásemos de sentir todo esto por
alguien, porque simplemente es mágico.
Carmen Martínez Alonso
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