domingo, 28 de enero de 2018

A VECES...

A veces hace falta desorbitarse, salir de la órbita de tu vida, dejar la monotonía a un lado y ver con tus propias estrellas todo el cielo que te queda por descubrir. Porque, aunque lo veas todo perdido en mitad del camino, puede que esa sea tu solución al problema. Mezclar y recopilar todos tus miedos juntos de una vez y encontrar a la persona correcta que sepa arrancártelos y no devolvértelos, aunque sea una incógnita por resolver, o aunque quizás la estés viendo pero no la quieras resolver. Pero es que, por otro lado, también está la opción de parar; retroceder en el tiempo y mirar todo lo ocurrido, valorarlo, darle la oportunidad que posiblemente no esté presente. Porque darse cuenta, requiere darle un valor oportuno, no como alguien que no da importancia al vaso roto defendiendo que nunca se ha caído.

Aunque la verdad, pasa igual cuando decides ocultar las cosas dentro, ya que siempre es peor que tomar las fuerzas de donde no las hay y levantar la cabeza con la corona puesta. Dando señal de que guerra tras guerra, una se puede seguir levantando como cuando te caes y te vuelves a caer. Porque no todos somos iguales y porque no hay nadie perfecto para ti. Simplemente hay alguien que, en vez de encajar tus esquemas, también te los desordena, y te desconcierta. Pero, sobre todo, lo más impresionante es, que de repente, te encuentra(s).

LAURA MAYORDOMO

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