miércoles, 26 de enero de 2011

Colillas por susurros

Te lo susurro bajito al oído, para que me prestes atención, para que fijes tu mirada en un punto cualquiera, te dejes caer en la silla...

Te quites tu collar de reina, tus pendientes de diamantes, que te quites con delicadeza el vestido, pero no, no te quites los tacones. Te quiero ver ahí sentada, maquillada, te susurraré. Te cantaré lo que me salga, dedicare, 38 años a contarte mis verdades y mentiras, el por qué sí, y el por qué no...

Me colaré escurridizo entre tus labios, como el humo del cigarro que, envidiado sea por todos los hombres del mundo, se coloca entre tus dedos, y te permite saborear el lujo de los vicios y el placer de vivir... Me deslizaré por tu garganta, ansioso de encontrar el origen de la voz que me calma, la que me produce mis ataques de ira, mis delirios, mi santa locura... Al final, al final de buscar, de buscar y rebuscar por tu cuerpo, sabré lo que ya sabía, que no perteneces a nadie, que como el humo, saldré y seguiré bañado en la multitud, pero, no sabes que alivio sera para mí saber que he sido humo de tus labios, que me he reflejado en tus diamantes, que he podido buscar en tí, lo que llamaban felicidad. He sido colilla de tus susurros, y sinceramente de pronunciaré al oído, gracias por dejarme vivir la intensidad, el frenesí de la búsqueda.

Lo he tenido todo, no he tenido nada, se que soy colilla, y como colilla, el humo acaba desapareciendo, esfumándose, me quedaré en un cenicero cutre dónde otros muchos han estado y estarán, pero yo tendre la marca, la marca de el color carmín de esos a los que llamaban arte, belleza, de tus labios. Un filtro de color blanco que cambió su camino, su forma de pensar, que encontró la forma de actuar gracias a esos dos.

Te lo susurro, te lo tararero, si fuese necesario te lo gritaría, pero se que si algo te puedo dar yo que no son otros son los susurros que escupo sin pensar, creyendo así que conseguire quedarme otra noche más aquí, junto a tí, en esta silla al lado de la ventana.

Miguel Bayod


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