Oscura soledad
Soledad,
que en la oscuridad mata,
dolor
inseparable
que
a mi alma ata.
Tan
vacía, tan vacía
negación
de lo que el corazón anhela.
Tan
vacía, tan vacía
tú
espíritu llena.
¡Oh
noche oscura,
en
la que la soledad alberga!
Luz
oscura que la visión niega,
oscurece
tu visión de color llena.
Agridulce
sabor que la sangre hiela,
fuego
de vela negado que el augurio niega.
Horror
profundo y penetrante
haciendo
daño en este instante,
terror
negro infundado
que
con mis entrañas me tiene ahorcado.
Resplandor
agudo
enternece
mi alma
en
un segundo.
Tierna
noche,
en
la que en la oscuridad abundo,
Quisiese
ver una sonrisa
esbozada
sin prisa,
ver
que solamente hay risa
ni
ninguna desdicha.
Sin
embargo,
con
desdén amargo
en
la soledad estoy
vacío,
es allá a donde voy.
El último latir
Primer
latir inicial
cada
vez que respiro
se
acerca más
el
final.
Cada
vez que late
el
corazón
la
bella mujer acecha
sin
ninguna razón.
El
aire que suspiramos,
muestra
del alma
que
lentamente
matamos.
Cada
rojo movimiento
nos
acerca
tristemente
al
final del momento.
Cada
segundo que pasa
el
mecanismo
se
oxida
y
se atrasa.
El
hombre vive
sin
vivir,
sin
conciencia
de
lo que pasa.
Y
pensar,
que
lo que nos pone en marcha
se
apaga, y nos acerca
a
la negra marcha.
Cada
latir más
es
un latir menos,
quien
lo pensara
en
estos momentos.
cada
respiro más
es
un respiro menos,
quien
lo pensara
al
menos.
Somos historia
A
Dios le pido
no
perecer en el olvido.
Ser
más que el latido que soy
sucesos,
acontecimientos, historia soy.
Ser
más que la inexistencia del hoy
por
caminos, lugares, parajes voy.
Ser
más que un ser y un estar
el
alma, la magia, la herida que se debe mostrar.
Ser
más que un hombre,
un
poco más que un hombre.
Ser
más que el latido que soy
sucesos,
acontecimientos, historia soy.
Sergio Trapiella
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